Aumentan violaciones de derechos y ataques a trabajadores humanitarios en la República Centroafricana
El Jefe de la Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana advierte sobre el aumento de la violencia que ha convertido a ese país en uno de los lugares más peligrosos del mundo para el personal humanitario.
Miembros del Consejo de Seguridad examinan la situación en la República Centroafricana a raíz de las polémicas elecciones presidenciales celebradas en diciembre de 2020. El Consejo de Seguridad consideró los esfuerzos del Gobierno para neutralizar a los grupos armados violentos, así como la utilidad de un embargo de armas impuesto por primera vez en 2013, mientras el país lucha por promover el diálogo político y abordar una serie de desafíos de seguridad.
Por su parte Mankeur Ndiaye, Representante Especial del Secretario General para la República Centroafricana y Jefe de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA), informó al Consejo que el presidente del país y otros actores políticos están comprometidos con la celebración de elecciones locales con el fin de permitir la participación de todos los ciudadanos en la vida política. Sin embargo, expresó su preocupación ya que «Las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario nunca han igualado a las cometidas recientemente». En este sentido, pidió al Consejo que aborde el aumento de los riesgos que enfrentan los cascos azules sobre el terreno y cree las condiciones óptimas para que MINISCUA sea eficaz.
los miembros del Consejo destacaron la necesidad de que las autoridades nacionales creen condiciones favorables para la MINUSCA, incluido el respeto del acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas y el acceso sin trabas a la Misión en todo el país. Asimismo, pidieron un diálogo político revitalizado destinado a promover la reconciliación nacional y condenaron el aumento de la violencia contra los civiles, el personal de mantenimiento de la paz y los trabajadores humanitarios por parte de las fuerzas armadas nacionales y los instructores militares procedentes de la Federación de Rusia.
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